domingo, 1 de febrero de 2009

¿OBAMA ES EL PRESIDENTE QUE ESTADOS UNIDOS ESTABA ESPERANDO?





PRIMERA PARTE DEL DISCURSO DE BARACK OBAMA EN ESPAÑOL:



SEGUNDA PARTE DEL DISCURSO DE BARACK OBAMA EN ESPAÑOL:



A pesar de que han pasado 11 días desde el pasado martes 20 de febrero, fecha en que se posesionó el ex-senador demócrata Barack Hussein Obama Jr, como nuevo presidente de los Estados Unidos, no quiero dejar pasar este evento de largo sin hacer algunas puntualizaciones al respecto.

Han tenido que estar al frente del gobierno norteamericano 43 presidentes para que uno de raza negra pudiese llegar a la Casa Blanca y ser el número 44. y a veces creo que no soy o mejor no somos conscientes del significado de este acontecimiento.

Abraham Lincoln el 19 de noviembre de 1863, cuatro meses y medio después de la Batalla de Gettysburg, durante la Guerra Civil Norteamericana, en su famoso discurso de Gettysburg pronunció las siguientes palabras: “Hace ocho décadas y siete años, nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación, concebida en la Libertad y consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales”.

Y finalizaba el discurso de la siguiente manera: “Somos más bien nosotros los que debemos consagrarnos aquí a la gran tarea que aún resta ante nosotros: que de estos muertos a los que honramos tomemos una devoción incrementada a la causa por la que ellos dieron hasta la última medida colmada de la devoción; que resolvamos aquí firmemente que estos muertos no habrán muerto en vano; que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de la libertad; y que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparecerá de la Tierra”.

Gracias a estas palabras y otras de las que consta este discurso, pasó a convertirse en uno de los más famosos de la historia; y leyéndolo llegamos a comprender por qué Barack Obama decidió jurar en la misma biblia que lo hizo Lincoln el día de su posesión, y por qué el almuerzo del pasado 20 de enero, se sirvió en una vajilla réplica de la usada por Lincoln en 1861, parecen detalles insignificantes, pero que tienen mucha importancia.

En su discurso pronunciado ante miles de personas que le seguían desde todas partes del mundo, Obama habló “de impulsar ese preciado don, esa noble idea, que ha ido pasando de generación en generación: la promesa hecha por Dios de que todos somos iguales, de que todos somos libres y de que todos nos merecemos la oportunidad de perseguir al máximo nuestra felicidad”. Y es que su padré al igual que tantos Afroamericanos como Jimmy Harold, un jubilado de 61 años de Misisipi que de joven no podía sentarse al lado de un blanco en el autobús ni entrar a comer en los restaurantes, han sufrido el infierno de la segregación, de sentirse seres humanos inferiores por el mero hecho de haber nacido con un color de raza distinto del blanco; y eso nos hace ser conscientes de la proeza de Obama.

Más de 30 millones de afroamericanos han asistido atónitos a la materialización del sueño de Martin Luther King. "Sueño con que mis cuatro hijos vivan un día en un país donde no se les juzgue por el color de su piel", dijo hace 45 años en un EEUU muy distinto, en el que la posibilidad de que un negro llegara a la Casa Blanca parecía imposible de alcanzar. Y ya en la convención demócrata de Boston de 2004, Barack Obama proclamaba que "no hay un EEUU blanco y un EEUU negro, sino los Estados Unidos de América".

Pues todo esto que hasta hace muy poco parecía utópico, ahora es real. Y claro no es digerible fácilmente, es por ello que a personas como el Reverendo Jesse Jackson, que ha competido sin éxito por la candidatura presidencial demócrata en 1984 y 1988, y líder de la lucha por los derechos civiles de los afro-estadounidenses, se les veía un rostro con lágrimas de alegría, de orgullo hacía ese hombre que logró lo que muchos no habían logrado.

Obama en su discurso hace especial incapie en el camino abonado por sus antepasados de la siguiente manera: “Al reafirmar la grandeza de nuestra nación, comprendemos que la grandeza nunca es algo regalado. Hay que ganársela. Nuestro viaje nunca se ha caracterizado por los atajos o por el conformarnos con poco. No ha sido un camino para pusilánimes, para los que prefieren el ocio al trabajo o los que buscan sólo los placeres de las riquezas y de la fama. Han sido más bien los que corren riesgos, los emprendedores, los que hacen cosas - algunos alabados por ello, pero la mayoría de las veces hombres y mujeres cuya labor ha pasado desapercibida – lo que nos han guiado por el largo y arduo camino hacia la prosperidad y la libertad”.

Y esta es la historia que se ha vivido no solo en Estados Unidos, sino en muchas partes del mundo en las cuales han existido hombres y mujeres que han tenido que trabajar noche y día, al sol y al agua muchas veces, en condiciones infrahumanas muchas otras. Todo con el objeto de que sus hijos no tuvieran que vivir lo que ellos han sufrido. A esto hace referencia en el discurso cuando dice: “ Por nosotros se echaron al hombro sus pocas posesiones terrenales y surcaron océanos en busca de una nueva vida. Por nosotros trabajaron en fábricas donde se explotaba a los trabajadores y poblaron Occidente, aguantaron el azote de los látigos y araron la dura tierra. Por nosotros combatieron y murieron, en lugares como Concord y Gettysburg, Normandía y Khe Sahn”.

Barack Obama se enfrenta a un país que atraviesa una profunda crisis en muchos frentes, y que está necesitado de una mente ambiciosa, con grandes planes, y que sea capaz de hacer recordar al pueblo americano lo que ellos mismos han sido capaces de conseguir cuando su imaginación se ha unido en un propósito común.

Hoy cuando la política en el mundo se encuentra inmersa en una radical carencia de valores y cuando muchos preferirían ser anarquistas a tener filiasiones políticas absurdas, es gratificante encontrar una mente lúcida que diga: “...Y quienes administramos los dólares de los ciudadanos deberemos rendir cuentas – gastar con prudencia, reformar los malos hábitos, y hacer nuestros trabajo a la luz del día – porque sólo entonces podremos restaurar la confianza vital entre los ciudadanos y su Gobierno.

Ahora que el Comité Nacional Republicano (RNC) eligió a Michael Steele como el primer presidente negro de la organización política, y en momentos en que los republicanos discuten su futuro tras su derrota electoral en noviembre pasado, es momento de analizar si debido a esa crisis de valores en la política, se utiliza el color de la piel como artimaña para lograr objetivos políticos, o si realmente estamos asistiendo a un hecho sin precedentes en la historia americana.

A pesar de toda la sangre que ha tenido que correr en el mundo para que un hecho así se suceda, aún queda un largo camino por recorrer. si bien dice el dicho “una sola golondrina no hace verano”, son muchas las personas insensibles ante los problemas que hoy en día se plantean, que no son muy diferentes que los que enfrentaron los antepasados de Obama. Para no ir más lejos, cuando vamos por la calle y vemos a una persona que por razones, que no vienen a caso, deambulan arriba y abajo, cómo les miramos?; ese es un análisis que debemos hacer, porque si lo hacemos con desprecio estamos ejerciendo una forma clara de segregación puesto que son personas con grandes carencias afectivas, que lo menos que deberían recibir de nosotros es una voz de aliento. El ejemplo empieza por casa, "Queremos un mundo donde el negro no tenga que apartarse", decía el reverendo Joseph Lowery, en la posesión de Obama, y nosotros hemos sido unos grandes privilegiados por asistir a este evento, pero estoy seguro de que algo podemos aportar, asi no seamos ciudadanos americanos, pero somos ciudadanos de algún país en el que podemos exigir nuestros derechos, sin pisotear los de los demás, pero sobre todo aportar nuestro granito de arena pora hacer este mundo más equitativo y vivible.

Fernando Fabra C. 1 de febrero de 2009

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